Publicada el 25 y 26 de enero de 2005 en www.cronica.com.mx
Investigación especial de Francisco Reséndiz
Noches en el DF: subasta de doncellas
Un hombre bien vestido, de maneras educadas, subasta la virginidad de una chica de unos 14 años, como de 1.68 de estatura, piel canela. Trae pantalón blanco a la cadera y corsé de encaje. La puja arranca con tres mil pesos, pero nadie da nada.
Luego trae a una mulata de ojos verdes, no más de 17 años. Falda corta, zapatillas y blusa blanca. Se la llevan por 15 mil. Sin rubor, camina y abraza al ganador… todo ocurre en una fiesta privada, supuestamente swinger, en Noche de Paz 14, Lomas de Vista Hermosa, en Cuajimalpa.
El presentador dice llamarse Arturo. Tiene unos 45 años, barba rala y piercing en la nariz y en una ceja. Usa chamarra cara que cubre en parte dos tatuajes sobre el cuello. Escuálido y encorvado, sus ojos son verdes.
Este sujeto es la llave para que adultos adinerados se incorporen a eventos privados —que no reúnen a más de 20 personas— para presentarles a muchachas menores de edad, mexicanas y extranjeras, exhibirlas y vender su supuesta virginidad en subastas que alcanzan los 45 mil pesos.
Arturo frecuenta clubes swinger que operan clandestinamente en la ciudad de México. Durante una investigación realizada por Crónica se le ubicó en el "D' sden", de avenida Politécnico 5310, luego en "SW", en General Prim 9, y en el "Club Interswinger's", ubicado en Detroit 36 de la Nápoles.
Luego de varios contactos visuales y saludos lejanos con Arturo, una acompañante y yo nos aparecemos en esta fiesta swinger de Cuajimalpa. Es viernes en la noche y no hay vigilancia. La entrada al lujoso conjunto, con alberca y cancha de tenis, está vigilada por unos cuatro personas. Los anfitriones de una de las últimas casas de Provincial Vistahermosa dan la bienvenida a la nueva pareja.
Sin embargo, hemos tenido suerte. Para entrar había que haber hecho contacto por Internet, pagar 750 pesos con depósito bancario y esperar una invitación impresa, previa confirmación.
El escenario parece el de una película. La ropa, el lugar y el estilo de cada cual refleja que sólo hay gente adinerada. Y al entrar, las parejas se separan. Todos son muy amables. Al hombre le dan un antifaz, mientras la mujer se pierde en una habitación y sale vestida con lencería.
Es entonces que Arturo presenta la subasta. Después de la morena que no encontró comprador para su himen, y de la mulata que sí, trae otra niña, con ropa fina, sensual, no aparenta más de 15 años. No habla español. Se niega a presentarse. Arturo le habla en inglés perfecto.
La chica es rubia, con el cabello sujetado en forma de cola, se notan sus ojos color miel que enrojecen y lloran. Arturo la abofetea y ella se va corriendo. Mandan a otra.
Así pasan los minutos. Algunas menores se presentan sin inhibición o al parecer drogadas, otras nerviosas y algunas más intentan huir pero no pueden. Ya tarde, quienes han ganado con pagos de entre ocho mil y 20 mil pesos simplemente ya gozan los cuerpos de las niñas que compraron. Otras parejas se intercambian.
Mientras, se me acerca una mujer de unos 35 años. Es rubia, delgada y un antifaz deja ver unos profundos ojos azules. Usa liguero y corsé, el cabello recogido y sobre sus hombros caen un par de caireles. Sin marcas, ni gordura. No cruza palabra, pero me da de beber de su copa. Intenta besarme. Me niego y ella se va sin mediar palabra.
Después viene Arturo, quien me entabla plática y bromea. La reunión sigue. Los "nuevos", o sea mi acompañante y yo, simplemente observamos sorprendidos. A nadie se le obliga a nada. En eso, Arturo me ofrece una nueva fiesta en Paseo de las Palmas. En sábado. Sin pago por entrar. Pero Arturo sigue en sus labores de presentador. Está animado y pide a la rubia que abofeteó. Está se presenta, sonriente, y un hombre de unos 50 años la gana por 30 mil pesos. Su más duro oponente se quedó en 27 mil pesos. Se hacen de palabras y están a punto de los golpes. Arturo pide calma y ofrece a su estrella. "Si no es virgen yo les pago lo que ofrecen", propone. Es una mujer bronceada. Parece una ejecutiva de alto nivel. Camina y se para sobre la mesa. Ahí comienza a girar. Tendrá unos 17 años, cabello largo a la cintura. Ojos verdes y facciones finas. La primera oferta se va a los 15 mil pesos. Alguien vacila y de inmediato va con 30 mil. Un joven brinca de su lugar y da 45 mil pesos que arroja a los pies de la niña. Arturo ríe y cierra la subasta.
Algunos de los invitados llevan a las chicas a otras partes de la casa. Buscan un rincón que esconderse. Otros las llevan a la sala. Algunos las obligan a tener sexo oral. Un par de ellas lloran, pero no se niegan mientras comienzan a tener sexo supuestamente por primera vez. Las parejas que se dicen swinger observan y ríen.
Arturo presenta a los últimos cinco invitados a otro tanto de chicas. No son tan bonitas como las subastadas y tendrán entre 25 y 30 años. Ya son mayores, pero por sumarse a la "fiesta" piden, cada una, entre 2 mil y 3 mil pesos a los invitados.
Al no haber una participación igual a la de los demás, yo y mi pareja, (y quienes no tienen dinero para "sumarse") simplemente somos invitados a irnos. Arturo es categórico al cerrar la puerta: "No habrá más invitaciones".
jueves, marzo 29, 2007
miércoles, marzo 14, 2007
Inspector remix
Tienen que ver estoooo... genio de la flauta y de los efectos vocal-percusivos. Esto lo encontramos mi amiga Sorais y yo navegando como idiotas por internet en lugar de trabajar.
Nótese que termina como si nada hubiera pasado, como si tocar así fuera de lo más facil.
Nótese que termina como si nada hubiera pasado, como si tocar así fuera de lo más facil.
jueves, marzo 08, 2007
"Fantasía Carmen"
Aquí va otro virtuoso del violín: Gil Shaham, interpretando "Fantasía Cármen" de Pablo Sarasate.
Nótense la técnica y la afinación del maldito
Nótense la técnica y la afinación del maldito
miércoles, marzo 07, 2007
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