jueves, mayo 03, 2007

Sergei Prokofief

El pasasado 26 de abril, mientras me encontraba en tampico, ensayando "Pedro y el lobo" de Prokofief, con la Orquesta Sinfónica de la Universidad Autónoma de Tamaulipas, se cumplía el 115 aniversario del natalicio del autor, que no ha dejado un legado musical de una belleza y profundidad pocas veces encontrado, sin embargo, como todos los grandes genios, sufrió de la incomprención de la crítica de su época, lo que afortunadamente, no le intimidó ni mermó su trbajo creativo.

He aquí unas breves del rusito de Sontsovka.

"Yo quería componer óperas con marchas, tormentas y escenas horribles, y en cambio me fastidiaban con ejercicios fatigosos"

"¿Comprendes realmente lo que compones?", le observó una vez su irritada madre (Sobre los atrevimientos de "El jugador", 1915-16), quien hasta entonces había soportado pacientemente todos los exesos de su talentoso hijo. "Después de eso, no le dirijí la palabra por dos semanas", recuerda Prokofief.

"En mi opinión, la costumbre de escribir óperas sólo sobre textos rimados es una convensión absolutamente absurda. la prosa de Dostoievski es más vívida, aso,brosa y conveniente que cualquier poesía."

Es Sergei Sergeyevich Prokofief. Se sienta al piano, parece dedicarse a quitar el pòlvo de las teclas o provar las notas con una digitación aguda y seca. El auditorio no sabe que pensar. Se escuchan algunos murmullos de indignación. Una pareja se levanta y se dirige a la puerta de salida. "¡Esta música es para volverlo a uno loco!", es el comentario general. La sala se vacía. El joven artista finaliza su concierto con una incontenible combinación de discordancias mecánicas. El auditorio está escandalizado. La mayoría silva. Con una reverencia burlona, Prokofief vuelve a sentarse y ejecuta un número bis, también de su autoría. El público abandona la sala, exclamando: "¡Los gatos que chillan en los tejados hacen una música mejor que esta!"

¡VIVA LA MÚSICA DE PROKOFIEF!

Ya dije.