Escuchando a Bahams nunca se puede tener la sensación de estar frente a un compositor ágil, simpático y graciosos como Rossini. No, más bien se tiene la de estar frente a un ser superior, y esto se hace evidente desde los primeros acordes.
Es muy peligroso escuchar a Brahams al comenzar el día, antes de iniciar las actividades, de ir a trabajar, etc. Uno no se va pleno y satisfecho a seguir su vida como lo hace cotidianamente. Uno se va cargado de algo que persevera en en el oido, en la piel, en la sangre por mucho rato. Si uno tiene una carga de trabajo acumulada y todo está listo para comenzar, ciertamente noes bueno escuchar a Brahams. No nos dejará en paz el resto del día.
2 comentarios:
alo alo :d apenas pasando por aqui! que un emisario de la buena fortuna me paso tu blog!
abrazos!
Hola Gurú: Bienvenido por acá, alguien dejó en este blog una dirección parecida a la tuya y me pareció mejor tu blog, un espacio honesto. Saludos y bienvenido.
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