Ni cuando mi mejor amigo me hizo saber que se estaba acostando con mi novia, ni cuando han hablado a mis espaldas mis amigos, ni cuando conspiraron contra mi para dejarme sin trabajo y lo lograron, ni cuando mercenarios han ganado dinero a mis costillas sin darme un solo peso, ni cuando mis alumnos me dieron la espalda y firmaron un documento en mi contra.
Nunca, jamás me sentí tan traicionado como hoy, que tú hablas pestes de mí a mis espaldas; que me culpas de cosas que no existen; que te curas en salud diciendo que lo que van a ver (obra tuya) lo hice yo; que mis hijos me tienen terror, en fin, pintándome como uno de los peores hombres.
Jamás pensé tener que cuidar mis espaldas de ti.
Nunca me sentí tan humillado como hoy, que sé que no soy digno ni de la atención de mandarme a la verga, que me entero, porque me lo mandas decir, que estás hasta la madre de mí y que ya quieres que te deje en paz.
Ni pedo, así es la vida, de pronto un día te levantas y te das cuenta que nada es como tú creías, que tu mundo es otro y no el que siempre creiste habitar.