jueves, julio 10, 2008

NATURALEZA Y DIVISIÓN DE LOS INSTRUMENTOS MUSICALES

Segunda entrega


LA CUERDA


Las civilizaciones más avanzadas del pasado, como las de Mesopotamia, Egipto, Grecia y Roma, estimaron los instrumentos de cuerda por encima de los demás. Una de las causas principales de esta predilección era el hecho de que, desde el punto de vista musical, ofrecían mayor precisión a la hora de dar una entonación exacta. Por ello en sus textos, filósofos como Platón y Aristóteles, aconsejan vivamente el uso de instrumentos de cuerda para el aprendizaje musical y la mejor formación del oído. Esta tendencia de favor se ha seguido a lo largo de los siglos, ya que el conjunto de los instrumentos de cuerda reúne un repertorio de cantidad y calidad inigualables. La amplísima familia de estos se engloba bajo el término cordófonos, los cuales precisan para la obtención del sonido la utilización de cuerdas, que necesariamente deben entrar en vibración, ya sea mediante la frotación de un arco (violín, viola, chelo y contrabajo) o mediante el punteo directo de los dedos o de una púa ya sea en los instrumentos conformados por una caja de resonancia y un mango (guitarra, laud, vihuela), o bien, en los exentos de mango, estando su cuerpo compuesto únicamente por un resonador. Estos pueden puntearse con los dedos o con ayuda de un plectro (tal es el caso del salterio), o percutirse con una varilla o macillos manuales (zimbalón húngaro) los desendientes de esta familia, ya muy evolucionados, recibieron la incorporación de un mecanismo de tecla, por lo cual nacieron especímenes como el clave o clavicémbalo (entroncados con el salterio, ya que sus cuerdas se pulsan), y el piano, cuyas cuerdas, al igual que el zimbalón húngaro, reciben el golpe de un martillo, aunque activado por un teclado.


He aquí un video acerca de las cuerdas.





La música que interpreta el cuarteto de cuerdas es el cuarto movimiento Allegro Vivace del Cuarteto para cuerdas en Fa mayor, opus 96, de Anton Dvorak.

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