viernes, noviembre 30, 2007

UNA FOTO

Sus labios, otrora delgados y frágiles,
están inyectados,
inflamados por la pasión del beso lascivo.

El cabello muy negro y revuelto,
delata los restos de una batalla furiosa.

Su cuello, su pecho desnudo y sus ojos
son manifiesto del más magnífico cansancio.


Su mirada, la de la reina de la libido
tras recibir el más húmedo y lácteo tributo
de su fiel subdito.

Y como fondo,
el traidor,
el delator color mostaza
del tapiz de mi sofá.

1 comentario:

Lorena Illoldi dijo...

qué barbie